1. Siguiendo los pasos de Napoleón en Egipto, el re-descubrimiento de una civilización milenaria

Bonaparte ante la Esfinge (1868), óleo de Jean-Léon Gérôme. Hearst Castle San Simeon, California

Objetivo del viaje

A través de este viaje, nuestros visitantes podrán descubrir algunas de las maravillas egipcias que estuvieron ocultas durante milenios. Cabe resaltar que nuestro viaje seguirá la ruta que fue realizada por Napoleón Bonaparte durante su campaña de conquista en Egipto y Siria (1798-1801). Esta ruta es importante para la comprensión de la civilización egipcia, ya que a través de esta ocupación se empezó a acrecentar el interés de occidente por las culturas antiguas que florecieron en esta región de Oriente Medio; incluso algunos especialistas en el estudio de culturas orientales señalan que uno de los eventos fundacionales para los estudios "orientalistas" fue esta campaña llevada a cabo por Napoleón: [...] tras la expedición de Napoleón a Egipto, Europa llegó a cocnocer Oriente de una manera más científica, a vivir en él con una autoridad y una disciplina que nunca antes había tenido (Said, 2004, p. 46).

Historia

La campaña napoleónica por tierras egipcias, que por aquella época estaban bajo la administración otomana (1798-1801) debe relacionarse con el fenómeno de colonización y dominación europea sobre las demás regiones del mundo. Es así que Napoleón Bonaparte mediante la colonización de Egipto buscaba obstruir la ruta comercial británica hacía la India, con el fin de proteger los intereses comerciales franceses (Karam Enriquez, s.f., p. 6).

Un aspecto bastante peculiar de esta expedición, fue la inclusión de un importante destacamento de hombres de ciencia con el doble propósito de llevar las premisas de la ilustración a las tierras olvidadas de Egipto (el poder de la razón, progreso, libertad, igualdad) y al mismo tiempo, justificar mediante estas acciones la empresa colonialista en territorio egipcio (Kappel, 2013, p. 1). A pesar de que Bonaparte se trató de mostrar como el libertador del pueblo egipcio del yugo otomano y protector de los preceptos islámicos, el pueblo egipcio siempre lo consideró a él y a su ejército como una fuerza de ocupación (Karam Enríquez, s.f., p. 7).

Cabe destacar que este grupo de científicos fueron los precursores de los estudios Orientalistas, ya que mediante sus hallazgos e investigaciones se empezó a develar el horizonte cultural egipcio que había estado bajo la sombra de lo misterioso e incógnito durante varios siglos. Una de las contribuciones más valiosas que se pueden rescatan de la ocupación napoleónica en Egipto fue el descubrimiento de la Piedra de Rosetta, estela lítica que sirvió de herramienta para la comprensión del sistema de escritura del antiguo Egipto.

Uno de los episodios más importantes ocurridos durante la ocupación francesa fue la victoria obtenida en la Batalla de las Pirámides, en la que el ejército de Napoleón, compuesto por aproximadamente unos 25.000 combatientes, derrotó a su contraparte otomana que poseía a 100.000 (Karam Enríquez, s.f., p. 7). A pesar de consolidar el poder en El Cairo y el bajo Egipto, Napoleón se vio frustrado en consolidar la influencia francesa en el Mediterráneo, ya que el almirante Horatio Nelson destruyó prácticamente toda la flota francesa en Egipto (solamente sobrevivieron del embate británico 2 naves) (Keppel, 2013, p. 24). Adicionalmente, tuvo que sofocar las diversas revueltas populares que se desarrollaron por la ocupación francesa. Napoleón Bonaparte ordenó la abolición del feudalismo y la servidumbre en Egipto, y también proclamó los derechos básicos de los ciudadanos y que éstos fuesen garantizados. Bonaparte fue llamado por los egipcios Sultán Kebir, el “Sultán de Fuego” (Karam Enríquez, s.f., p. 7). 

Recorrido

1. Nuestro periplo iniciará en la ciudad costera de Alejandría situada en la ribera oeste del Río Nilo, punto en donde Napoleón desembarcó con sus tropas para conquistar territorio otomano (a finales del siglo XVIII esta región hacía parte del Imperio Otomano). 

2. Después bajaremos hacia el sur, siguiendo el curso del Río Nilo y llegaremos hasta la ciudad de Guiza, lugar en dónde se encuentran ubicadas las Tres grandes Pirámides y la gran Esfinge. Adicionalmente, Guiza se produjo la Batalla de las Pirámides, en la que Napoleón Bonaparte obtuvo el control de El Cairo y del bajo Egipto. 

3. Después cruzaremos el Río Nilo y llegaremos a la Ciudad de El Cairo, centro cultural, administrativo y político del actual Egipto. Durante la estancia en el Cairo, visitaremos Heliópolis, una importante ciudad del Antiguo Egipto, allí podremos observar el Obelisco de Sesostris I, considerado como el obelisco más antiguo conservado del mundo (Nova online Adventure, 2000).

4. Después volveremos de nuevo al norte del país, exactamente al enclave portuario de Rashid o (Rosetta como se conoce en occidente a esta población) en donde se encontró durante la expedición francesa por tierras egipcias la Piedra de Rosetta, una estela lítica que data del año 196 a.C., en la que aparece inscrita en tres escrituras diferentes (Jeroglíficos egipcios, escritura demótica y griego antiguo) un decreto publicado durante el reinado de Ptolomeo V (The British Museum, s.f.,). Esta estela lítica fue de crucial importancia para el entendimiento moderno de los jeroglíficos egipcios.

5. Ya para finalizar nuestro viaje a través de las tierras faraónicas, volveremos a pasar por la ciudad portuaria de Alejandría para tomar un crucero en el que viajaremos por el Mar Mediterráneo hasta llegar a la Ciudad de Atenas, otra importante área cultural del mundo antiguo y considerada como la Cuna de la civilización europea. Nuestros viajeros pensarán: si es un recorrido para descubrir las maravillas que atañe el antiguo egipto ¿Por qué terminamos en Grecia? Cabe señalar que no es casual que nuestro viaje termine en Grecia, ya que investigaciones recientes dentro del quehacer historiográfico, arqueológico y lingüístico han mostrado que la cultura griega tiene bases culturales afroasiáticas (préstamos culturales provenientes de Egipto y Fenicia) y no indo-arias como la historiografía tradicional había propuesto desde el siglo XiX: 

El interés está centrado en los préstamos culturales que los griegos tomaron de Egipto y Oriente Medio durante el segundo milenio a.C. La elección de este periodo en particular se debe en primer lugar a que, según parece, esta fue la época en la que se formó la cultura griega, y en segundo lugar a que me ha resultado imposible descubrir ningún indicio de préstamos anteriores tanto en los datos del Próximo Oriente como en los testimonios legendarios, culturales o etimológicos propiamente griegos (Bernal, 1993, p. 44).

La ruta en imágenes

Ciudad de Alejandría

Crucero por el río Nilo

Representación de la Batalla de las Pirámides

Las pirámides de Guiza en la actualidad

La gran esfinge de Guiza

La piedra Rosetta exhibida en el Museo Británico

Referencias

Bernal, Martin (1993). Atenea negra: las raíces afroasiáticas de la civilización clásica - la invención de la antigua Grecia. Barcelona: Grupo Grijalbo-Mondadori.

Kappel, Dana (2013). Soldiers and Savants: an Enlightened Despot Discovers Egypt. Seton Hall University Dissertations and Theses. Extraído el día 4 de agosto de 2014, de la página web: http://scholarship.shu.edu/cgi/viewcontent.cgi?article=2876&context=dissertations

Karam Enríquez, Verónica Astrid (s.f.). Napoleón Bonaparte. MéxicoDiplomático.org - Universidad Autónoma Nacional de México. Extraído el día 4 de agosto de 2014, de la página web: http://www.mexicodiplomatico.org/art_diplomatico_especial/francia_napoleon.pdf

Nova Online Adventure (2000). Cairo. Public Broadcasting Service. Extraído el día 4 de Agosto de 2014, de la página web: http://www.pbs.org/wgbh/nova/egypt/raising/cairo.html

Said, Edward W. (2004). Orientalismo. Barcelona: Random House Mondadori.

The British Museum (s.f.). The Rosetta Stone. Extraído el día 4 de agosto de 2014, de la página web: http://www.britishmuseum.org/explore/highlights/highlight_objects/aes/t/the_rosetta_stone.aspx